Beato Padre Marianito

Beato P. Marianito

El 13 de julio la Diócesis de Santa Rosa de Osos celebra la fiesta en honor del Beato Mariano de Jesús Euse Hoyos, mayormente conocido como el Padre Marianito. Fue un sacerdote nacido en Yarumal, Antioquia, que trabajó durante casi toda su vida en la parroquia de Angostura, cerca de su pueblo natal, y se distinguió por su espíritu de servicio y amor por la comunidad de la cual estuvo al cuidado en su ministerio sacerdotal. El 9 de abril del 2000 el Papa Juan Pablo II lo beatificó y afirmó: «Desde su íntima experiencia de encuentro con el Señor, el Padre Marianito, como es conocido familiarmente en su patria, se comprometió incansablemente en la evangelización de niños y adultos, especialmente de los campesinos. No ahorró sacrificios ni penalidades, entregándose durante casi cincuenta años en una modesta parroquia de Angostura, en Antioquia, a la gloria de Dios y al bien de las almas que le fueron encomendadas.

Que su luminoso testimonio de caridad, comprensión, servicio, solidaridad y perdón sean de ejemplo en Colombia y también una valiosa ayuda para seguir trabajando por la paz y la reconciliación total en ese amado país. Si el 9 de abril de hace cincuenta y dos años marcó el inicio de violencias y conflictos, que por desgracia duran aún, que este día señale el comienzo de una etapa en la que todos los colombianos construyan juntos la nueva Colombia, fundamentada en la paz, la justicia social, el respeto de todos los derechos humanos y el amor fraterno entre los hijos de una misma patria» (Homilía Domingo 9 de abril de 2000).

Asimismo, el Padre Marianito se ha distinguido durante toda su vida en ser un ejemplo de entrega incansable para con las demás personas, a tal punto de ser querido por la comunidad tanto en su tiempo de servicio en su ministerio sacerdotal, como luego de su muerte, ya que en los municipios de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, la devoción en torno a su persona y los milagros que muchos miembros de la comunidad narran que han obtenido gracias a su intercesión, hacen de él un continuo testimonio de amor y servicio.